Elisa Leonida Zamfirescu: ingeniera aunque los hombres no quisieran

Martes, 8 de Enero de 2019 (hace 5 años)
Elisa Leonida Zamfirescu: ingeniera aunque los hombres no quisieran
Jiovanna Manríquez

Escrito por

Ing. Jiovanna Manríquez


Su admisión en el Colegio de Puentes y Caminos de Bucarest fue rechazada por ser mujer, pero no desistió y logró cursar su ingeniería en la Universidad Técnica de Berlín, graduándose en 1912 con honores.


Elisa Leonida Zamfirescu es considerada una de las primeras ingenieras de la historia. Nació el 10 de noviembre de 1887 en Galați, una ciudad de Rumania.

 

Después de acabar el instituto, Elisa intentó matricularse en la Escuela Nacional de Caminos y Puentes de la Universidad Politécnica de Bucarest, pero fue rechazada por ser mujer y lejos de rendirse, en 1909 optó por marcharse a Berlín para inscribirse en la Universidad Técnica de Berlín, en Charlottenburg.

 

Cuando iba a registrarse, el decano trató de convencerla para que abandonara sus deseos de estudiar la ingeniería, citando “las tres K”: Kinder, Küche, Kirche (hijos, cocina, iglesia), que definía el perfil de la mujer de aquella época.

 

Para el instituto fue una situación totalmente nueva: era la primera candidata de su historia, pero escribía y hablaba perfectamente el alemán y tenía conocimientos sobresalientes en matemáticas, física y química, algo que "sólo los hombres podían hacer".

 

Finalmente, Elisa fue aceptada. Se cree que tal vez influyó el hecho de que su hermano, Dimitrie Leonida, también era estudiante de la Escuela.

 

Tres años después, en 1912 se graduó con honores. El decano la denominó «la más diligente de los diligentes», y así se convirtió en una de las primeras mujeres ingenieras del mundo.

 

Tras graduarse, volvió a Rumania donde desarrolló su trayectoria profesional en los campos de matemáticas, física y química, llegando a ser nombrada directora de los laboratorios del Instituto Geológico de Rumanía.

 

En el Instituto desarrolló importantes estudios en torno a la identificación y análisis de nuevas fuentes de energía como carbón, petróleo de esquisto bituminoso, gas, cromo, bauxita y cobre, todos ellos recogidos en dos monografías "Contribuciones al estudio de la bauxita en Rumanía" (1931) y "Estudio químico del cromo en las Montañas Orsova" (1939).

 

Paralelamente desempeñó la docencia, impartiendo las materias de física y química, en la escuela femenina “Pitar Moş” y en la Escuela de Mecánica y Electricidad de Bucarest.

 

Su carrera supuso un gran avance para la introducción de la mujer en el ámbito la ingeniería, fue la primera mujer miembro de la Asociación Rumana de Ingenieros (AGIR) y miembro de la Asociación Internacional de Mujeres Universitarias.

 

Ejerció hasta 1963, año en el que se retiró a los 75 años edad, y murió el 25 de noviembre de 1973.

 

Diversos medios de comunicación han reconocido a Elisa como la primera mujer ingeniera de la historia. Incluso Google en 2018 la homenajeó con un Doodle. Sin embargo, en la web han surgido más registros de ingenieras que egresaron hasta 15 años antes que ella, como es el caso de Martha Dick Stevens (USA, 1887) o Alice Perry (Irlanda, 1906), ambas ingenieras civiles.

 

Probablemente, hubo otras ingenieras antes, pero esto no es lo más importante, incluso sus nombres son prácticamente desconocidos, pero no debemos olvidar que Elisa fue pionera y allanó el camino de las aspirantes a ingenieras que vinieron después, demostrando que las mujeres pueden ocupar puestos que en un principio parecían exclusivos para el sexo masculino.

 

Cuéntame que te pareció la historia de Elisa y los obstáculos de discriminación de género que era tan común en aquella época. ¿Conoces alguna otra historia que pudiéramos compartir? Déjame tus comentarios.


Jiovanna Manríquez

Acerca de la autora

Jiovanna Manríquez

Hola, te saluda Jiovanna, fundadora de Mujer Ingeniera. Soy Ingeniera en Sistemas Computacionales egresada del Instituto Tecnológico de La Paz, en México.

¡Gracias por estar aquí! Me encanta compartir contigo experiencias que sólo se pueden vivir cuando una mujer decide transformar al mundo con ingeniería.

Sé que el mundo necesita más ingenieras. La ingeniería y la igualdad de género son vitales para alcanzar el desarrollo sostenible de nuestra sociedad y por ello, con todo mi cariño, compromiso y entusiasmo seguiré trabajando para aportar contenido de valor a nuestra comunidad y lograr que cada día seamos más las mujeres en ingeniería.

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